jueves, octubre 30, 2025
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LA RUTA DE LOS TRAPECIOS EN CHILE; DESDE LOS HERMANOS CÁRDENAS HASTA THE FLING MALUENDA.

La Columna de Gaspar Altamar Gallegos – Crítico de Arte Circense.
Los Hermanos Cárdenas.

Si bien en la era contemporánea del circo chileno el nivel de crecimiento de sus trapecistas ha trascendido las fronteras, participando en festivales internacionales de prestigio y volando en países de Latinoamérica, Europa y Asia, no es menos cierto que hay una historia que se inició en la década de los sesenta del siglo pasado, época en que las instalaciones, aparatos no tenían la tecnología de estos tiempos y además eran escasos y difíciles de conseguir.

Sin embargo, la historia florida de los trapecios de la década de los sesenta dejo huellas imborrables. Los hermanos Cárdenas, Carlos, Luis y Miguel, se iniciaron con las pulsadas, actuaron en el legendario circo Frankfort y fue don Marcial Farfán quien los formó como trapecistas profesionales, principalmente en el área estética, vuelos sincronizados, flexibles, elegantes, de tal manera que el público se maravillara e impresionara. La troupe se denominaba Los Hermanos Cárdenas, lograron realizar el cruce de la muerte, doble salto mortal y actuaron en varios países de Latinoamérica y su legado lo han transmitido a las nuevas generaciones.

Han volado en los trapecios en circos nacionales importantes como:  Las Águilas Humanas, Tony Caluga, Frankfort y en el extranjero en los circos: Tonino en Venezuela, Tumy de Oro de Perú.

Luis Cárdenas obtuvo el Premio Pablo Neruda por un libro que escribió acerca de su vida como artista circense.

Uno de sus herederos es el destacado trapecista internacional Mario Germán Cárdenas Aguirre, su padre y tíos contribuyeron a su formación, pertenece a la quinta generación por la línea generacional de los Cárdenas y a la cuarta; por su madre de la tradicional familia circense de Los Aguirre, que se han destacado en las acrobacias en ciclismo y en el malabarismo.

Mario de destaca por su versatilidad, profesor de aspirantes a trapecistas profesionales, productor, director de espectáculos circenses, editor de música y publicista.

Los Hermanos Farfán.

La primavera de los trapecios llegó a estos lares con la familia Farfán -Gauthier, los hijos de don Marcial Farfán Valenzuela, del Circo Nacional Farfán, y de doña María Luisa Gautier, de familia de inmigrantes europeos, ambos fueron artista que trabajaron en el Circo argentino “Panamericano de Fieras”, en el Circo Las Águilas Humanas con el acto de las argollas olímpicas.

Fue don Marcial Farfán, quien les dio una estricta formación para facilitar su crecimiento en los trapecios, los integró a clases de ballet, les fortaleció habilidades como la fuerza, delicadeza y destreza, que en su conjunto facilitan la armonía en los vuelos.

En la década de los sesenta, después del terremoto de Valdivia que los llevó a trabajar a Argentina, con el circo de don Marcial, se visualiza la troupe de Los Farfán, Carlos era el cátcher, Armando y María Eugenia, volantes, de vuelta de argentina, volaron en el sur de chile en Castro y Ancud.

En el año 1961, después de una gira con el Circo Bremen de don Daniel Quiroz y debido a las dificultades para que los contrataran en los Circos Las Águilas Humanas y  Frankfort, sus padres decidieron incursionar en el Circo colombiano Royal Dumbar que inició una gira por Perú, luego Ecuador y Guatemala, donde el Circo Bremen se declaró en quiebra.

Decidieron quedarse en Centroamérica, donde se asociaron con la familia Addulha, recorriendo todo este continente.

Después de separase de la familia Addulha, en Managua debido a un ciclón sufren la destrucción de la carpa y, en esta misma ciudad por segunda vez, pierden todo debido a un terremoto.

Los Farfán se caracterizan por su resiliencia, se integran a diversas compañías hasta que don Aureliano Atayde los contrata para trabajar en México, país de insignes trapecistas.

En el año 1965, los contrata la empresa más grande y prestigiosa de arte circense de los Estados Unidos, el Circo Bills Brothers, fue una experiencia maravillosa, según relata María Eugenia Farfán.

A estas alturas la troupe de trapecista de los Hermanos Farfán, son calificadas como los mejores del orbe, su estilo de vuelo estilizado, espontáneo, elegante, formación que les entregó su padre don Marcial Farfán.

Y así continúa su carrera en el prestigioso el Hamid  Morton Circus , hasta que en 1967 su hermano Armando sufre un grave accidente al quebrarse la percha en el peligroso acto Turbillón de la Muerte, viéndose afectada la troupe de trapecista, Armando lesionado y su esposa Anna embarazada, lo mismo María Eugenia.

Después de un receso en el año 1970 Carlos, Teresa, Armando y Anna son contratados por el Cicus-Circus de las Vegas Nevada, con los trapecios volantes.

Crecen los hijos y se conforman nuevos proyectos Carlos, Teresa y sus hijas Consuelo y Magdalena optan por tener su empresa, Circus D Carlos, fue el primer circo latino de gira en Los Estados Unidos y Armando crea su propia troupe de trapecista integrada por él como cátcher, su esposa Anna, sus hijos Gino, Alicia y su esposo, son contratados por el Circo Ringling Brothers.

María Eugenia sigue trabajando en América Latina y en 1975 es contratada  por el Circo Ringling Brother se integra a las producciones y realiza junto a su hermana Alicia y cuñada Anna en el acto de motociclismo.

En la troupe de Armando, Gino de tan sólo doce años realiza de manera continua el triple salto mortal, se incorpora Armando Jr. de tan sólo seis años, a los años siguientes logra la triple y media.

Es la troupe de Armando Farfán la que participa en el Primer Festival de Circo Internacional de Mónaco el año 1984, obteniendo el Clon de Plata. Regresan a este festival el año en 1988, obteniendo tres premios.

Aunque sus carreras la desarrollaron en el extranjero, siempre existió un profundo amor y recuerdo de la familia Farfán por su querida patria; Chile. Don Marcial Farfán volvió a su patria junto a su esposa el año 2005 para siempre, siendo reconocido, premiado por el Sindicato Circense de Chile, Armando volvió a Chile el año 1992 con su Circo, con un espectáculo de altísimo costo en el Teatro Caupolicán y en el año 1993 realiza en Chile, El Primer Festival Mundial de Circos, en tres carpas funcionando de manera simultánea, fue un éxito, un regalo de Armando a su patria.

Los Hermanos Valencia.

En la segunda mitad del siglo XIX, en la década de 1960, en que destacaban los hermanos Farfán, también brillan en el arte de los trapecios los chilenos que se hacían denominar los hermanos Valencia, alcanzaron una gran notoriedad en Chile y en el extranjero. Son escasos los registros bibliográficos sobre la carrera de la troupe de los hermanos Valencia, es más se les denomina por sus apodos de Pupi, Pepe, Willi Nacho y Lupe, este último, Ignacio Valencia, según don Joaquín Maluenda Quezada es uno de los mejores trapecistas chilenos de todos los tiempos y al parecer fue el primero en realizar el triple salto mortal y hace referencia a una historia o biografía de este trapecista que escribió su hermana Luisa con la ayuda de su hermano Willi.

Fueron estrellas en uno de los circos más importantes del mundo; el Ringling Brothers y en el Circo Price, en Chile se destacaron en el Circo de Las Águilas Humanas.

The Fling González.

La familia González ostenta una de las historias más maravillosas del Circo Chileno, su vocación está concentrada en el arte de los trapecios.

Se inicia en la década del treinta del siglo XIX cuando el circo chileno tenía pequeñas carpas de tela, se trasladaban en carretas o en trenes, como lo era el Circo Estrellas de Fiera cuyo dueño era don Joaquín Maluenda Liberona, que el año 1935 quedó viudo de su esposa María Zúñiga y se junta con Luisa Palma que tenía la tuición de una sobrina de 11 años, María Palma, según sus cercanos era hija de un turco comerciante de la comuna de Buin que nunca la reconoció. Hay una incógnita, un vacío en los hechos, no se señala el nombre de la tía, lo que hace presumir que la señora María era hija de la Señora Luisa y ocultó su maternidad para no desagradar a don Joaquín Maluenda Liberona .En una entrevista concedida a Joaquimet el año 2010, la señora María dice: “ Pienso que gracias a ella, ( Luisa Palma), fui lo que fui, ella me trajo al circo de otra forma no hubiera sido circense, además que en mi niñez me trató muy bien, se portó más que una madre, y la verdad estoy casi segura que ella nunca fue mi tía y que ella si fue mi verdadera madre”.

Dos aspectos relevantes en la vida de María Palma, como artista no pasaba desapercibida, sobresaliendo de sus hermanastros y el segundo acontecer es el inicio de la historia de los González, cuando trasladaban el Circo Estrellas de Fiera hacia las cercanías de Aculeo, en Champa se encuentran con un circo muy pequeño, le decían el Circo de los Bolivianos de la familia González Castro, es aquí donde conoce al músico don Liborio González Castro.

Pasaron unos años y la familia González trabajó en el Circo de don Joaquín Maluenda Liberona, en esta circunstancia María Palma y Liborio González Castro se conocen, se enamoran.

No contaba con la aprobación de su familia y el año 1944, deciden irse del Circo Estrellas de Fieras al circo de don Juan Willians, pasaron muchas carencias e incluso dice que fue uno de los momentos más tristes de su vida: “Vivíamos en un camarín chiquito y pobre, no teníamos nada, menos utensilios de cocina, fue en estos duros momentos cuando quedé embarazada de mi primera hija, María Eugenia, quien después de nacer falleció”. (palabras de la señora María Palma en entrevista otorgada a Joaquimet, en Historias de Circo, año 2010.

El año 1947 formalizan su matrimonio civil, después de tres años se cambian de circo, don Liborio era músico y payaso, hacía un dúo que se denominaba Alcallofa  y Betarraga, con el esposo de la señora Maldi.

En esa época los circos eran pobres, los artistas vivían en pequeñas carpas de tela, recuerda la señora María Palma que en una gira al sur pasaron a Argentina, les fue muy mal y una de las artistas de origen gitano conseguía recursos viendo la suerte, los compartía con los demás, de esta artista equilibrista María de la Bola, aprendió a ver la suerte, lo que habitualmente hacían en los pequeños pueblos cuando les iba mal, entre los años 1958 y 1960.

Recuerda que en el año 1965 en el circo de don Carlos Salazar durante el invierno les fue muy mal en la zona de Aconcagua, para superar esta adversidad salía con su hijo “Remolino” (nombre de payaso de don José González Palma), quien conducía una bicicleta precaria de color azul, con su madre sentada en el fierro horizontal, viendo la suerte a los campesinos, durante varios días, para regresar con dinero y alimentar a su familia.

Sus palabras son muy emotivas al decir que su hijo Remolino en su niñez se esmeraba, para que nada le faltara a la familia, vendía berlines en los paraderos de micros del sector de la Vega en Mapocho, como recursos adicionales a lo que ganaban como artistas circenses.

 Don Liborio González era un músico “muy virtuoso”, así lo define su esposa, tocaba trompeta, guitarra y otros instrumentos, cantaba balses peruanos y también le apasionaba su personaje de payaso, Cascabelito. Durante el invierno los circos se declaraban en receso y don Liborio durante las noches ejercía sus habilidades musicales en locales nocturnos y durante el día enseñaba a sus hijos acrobacias en general, pulsadas, les transmitía sus habilidades musicales y su pasión de payaso.

La situación económica fue mejorando cuando sus hijos, dice la señora María, crecieron como artistas y muchos empresarios de circos deseaban contar con sus servicios, hicieron gira por el norte en el circo del Tony Gambeta, don Emilio Suazo, en este circo tuvieron una estrecha amistad  con los saltadores los Omar, quienes hacían básculas y les enseñaron a sus hijos, en honor a estos artistas bautizaron a alguno de sus hijos como Omar, Elías y Jabi. También hicieron gira con el empresario Lalo Salinas en el Circo Apolo, y su hijo José (Remolino) con su padre salía en gira con don Raúl Quiroz o Naim Abuhadaba.

En esos años vivían de allegados en la casa del payaso Zapatín en la comuna de Quinta Normal, pero gracias a su trabajo y al de sus hijos el año 1968 compran su primera casa en las Lomas, comuna de Quinta Normal.

El año 1969 regresan de una gira internacional don Liborio con su hijo José y se encuentran que estaban velando a don Joaquín Maluenda Liberona a tan sólo un mes del fallecimiento de su hijo don Gastón Maluenda Zúñiga, el Tony Tachuela, quien fue uno de los mejores amigos de don Liborio.

Ante este dolor don Liborio y su hijo José deciden quedarse en su país para no separar a la familia y con el dinero que traían de Bolivia le compran a don Lalo Salinas materiales usados y logran crear el Circo Mexicano de Guadalajara ,debutan en el paradero 24 de Gran Avenida el año 1969.

Con la creación de este circo se inicia una nueva era de la familia González Palma, el yerno de la señora María, don German Arancibia confecciona una nueva carpa de tocuyo asargado, hacen giras por pequeños pueblos, se compran su primer camión un Ford 1951 que duró poco, es reemplazado por un Ford 1956 y viene una época de prosperidad económica, compran su segunda casa en la comuna de la Cisterna.

El año 1997, sus tres hijos, José, Omar ,  Elías y Jabi son contratados por el    Circo Razzore de Venezuela que ostenta una prestigiosa tradición desde su creación el año 1836 en Río de Janeiro, la señora María, su esposo y sus otros hijos se quedaron en Chile trabajando en su circo en pequeños pueblos.

Después de cinco años sus hijos regresan de Venezuela, hicieron una nueva carpa, compraron camiones y una rampla, la situación económica se estabiliza, pero cada uno de sus hijos planifican su futuro y se crean varios circos, don José el Circo Real de Moscú, don Jabi el Circo Ringling de México, don Omar con el circo Bufalo Bill, don Elías con el Circo Panamericano, Soledad con su familia Cárter el Circo Tony Gallito y Nubia con su familia Maluenda el Circo Los Tachuelas.

A los diez años se inició como artista circense, según la señora María realizó actos de contorsiones, baile, suspensión capilar, acrobacias colgadas de los dientes y el trapecio doble, artista versátil, en su época sus actuaciones eran esperadas y aclamadas por el público, su esposo Liborio músico y payaso y profesor de arte circense de sus hijos y nietos. Eran muy disciplinados, respetuosos y responsables con el público, legado que transmitieron con dedicación, teniendo claridad sobre el futuro de su familia, esta fue la formación que entregaron a sus hijos Marina, José, Nubia, Soledad, Omar, Javi, Elías, Cecilia, Alex y Moisés.

De los diez hijos de María y Liborio ocho formaron sus propios circos, en la actualidad los hijos de don Jabi, administran el Circo Los Trompitos, El Circo Mágico; don Elías junto a su familia el Circo Panamericano;  Miosés en sociedad con su esposa el Circo Gigante de México; Omar El Global Circo; Nubia con su esposo el Circo Los Tachuelas; Soledad El Circo Tony Gallito; Marina el Circo Los Hermanos Palma y don José el Circo La águilas Humanas, también revivió por un periodo El Circo Guadalajara.

El fallecimiento de don Liborio según cuenta Marina, su hija, fue doloroso para la familia y la señora María sufrió mucho

Los hijos de la señora María y don Liborio, en especial Jabi, Elías, Omar y José conformaron la primera troupe de trapecistas de la familia González, se dice que realizaban doce diversos actos de arte circense y se agrega el hermano menor Alexis que es trapecista, pendulista y motociclista del globo de la muerte.

Jonathan González Rozaz, conocido en Chile como el Tatán es  hijo de don Elías González Palma y de la señora Jenifer Rozaz, dice: “Nuestra máxima inspiración era nuestro padre, lo veíamos volar cuando éramos pequeños y desde chiquitos soñábamos con estar arriba”.

En el Circo Panamericano bajo el alero de su padre don Elías se conforma la primera troupe del semillero de Los González, trapecistas volantes Jonathan, Elías y cátcher Liborio, en esa época era la mejor troupe de Chile, participaron en la segunda edición del Festival Internacional de Circo Elefante de Oro el año 2013.

Este festival internacional le abre las puertas a Jonathan González, fue contratado como trapecista de La Nouba del Circo Soleil en Orlando.

El 31 de marzo del año 2015 en el Circo Soleil Jonathan  realiza el cuádruple salto mortal, siendo el primer chileno en lograrlo.

Esta hazaña tiene efectos en Chile, las nuevas generaciones de trapecistas se sienten motivados, quieren seguir la ruta de Jonathan, lo perciben como un modelo, un referente, surge una generación talentosa con altas expectativas.

Jonathan tiene una nutrida carrera como artista circense, a la edad de cuatro debutó como payaso y a los 8 años como trapecista, sus profesores fueron su abuelo don Liborio González y su padre don Elías. Siendo muy joven expresó su intención de internacionalizar su carrera de trapecista.

En el año 2018 el Ministerio de Cultura del Gobierno de Chile, reconoció su trayectoria como trapecista volante tanto en Chile, como en el extranjero otorgándole una medalla al mérito.

La troupe del circo Panamericano siguió creciendo a Elías, cátcher y director de la compañía, Jonathan, el líder de la troupe, volante principal y Liborio, cátcher, se agregan sus hermanos Pedro y David, volantes la esposa de Elías y Jesús González Sandoval, primo de Jonathan, Amaro Aguirre, cátcher, Irina Poema, esposa de Jonathan, Elayne, Anna, Isaac, Patricio, David H. y Pedro Díaz, estos últimos son familiares directos que han volado con los González desde hace tiempo, con esto completan la troupe más numerosa del mundo de los trapecios.

Jesús González Sandoval, hijo de Jabi González Palma y de Yolanda Sandoval es uno de los trapecistas jóvenes de Chile más talentoso, desde hace unos años Jonathan González, su primo, dijo en el programa circense la Leona Tv, que Jesús lograría ejecutar el cuádruple salto mortal, sólo era cuestión de tiempo. Y fue en España, cuando conformaron una troupe de cuatro trapecistas en el Circo Mundial el año 2013, que en un ensayo logra realizar el cuádruple salto mortal, es un trapecista volante versátil con una numerosa variedad de vuelo, payaso, acróbata en las cuerdas.

Jesús pertenece a la dinastía de Los González, su familia tiene varios Circos en Chile, el más conocido es el Circo de Los Trompitos, donde Jesús volaba, ahora es un trapecista de rango internacional, trapecista volante del Circo du Soleil.

Elías como Director y Jonathan como el líder, logran conformar una de las mejores troupe del mundo, The Fling González, para participar en el Festival Internacional Elefante de Oro versión año 2024, organizan los vuelos en los triples trapecios, ya sean de volantes o cátcheres con desplazamientos sincronizados, con una variedad de vuelos, incluido el triple y cuádruple salto mortal.

Como se esperaba el acto de arte circense de triples trapecios The  Fling González, ganan el Elefante de Oro de la décimo segunda versión que se realizó desde el 22 al 27 de febrero de 2024 en el Camp de Mar de Girona.

La historia de la Familia González, de tanto esfuerzo, espíritu de superación nos hace presumir que el próximo eslabón será el Festival Internacional de Monte Carlo para coronar una vida de amor al circo tradicional chileno.

The Fling Maluenda.

La historia de los trapecistas de la familia Maluenda tiene sus orígenes, formación y crecimiento en el Circo de don Joaquín Gastón Maluenda Quezada, si bien fue un continuador de su padre El Tony Tachuela, como creador y parte del dúo de payasos Los Tachuelas, es un apasionado por los trapecios y es lo que más disfruta cuando anima el vuelo de sus nietos.

Lo que hoy vemos de la familia Maluenda, eximios artistas de arte circense tanto en Chile como en el extranjero, de una variada expresión tanto en la pista como en las alturas con reconocimiento en los mejores festivales del mundo tuvieron la mayoría su formación en el Circo Los Tachuelas.

Sin embargo, antes de la creación de la pista que les abrió las puertas a las nuevas generaciones, la vida de Joaquín transcurrió con dificultades e incomodidades, vivieron con su madre y sus hermanos en una carpa en la Pampilla, el mismo recuerda: “Fue un tiempo muy duro, porque estábamos solos y vivíamos en un camarín, sin agua, sin luz y sin nada….teníamos que conseguirnos los suministros básicos con los vecinos y el dinero no abundaba”. Sin embargo, esta decisión de vivir en el “potrero grande”, alejado de su padre que se encontraba en gira se debió a que su madre decidió que Joaquín y sus hermanos Agustín y Bernardita estudiaran en la educación formal.

Como estudiante se destacó de sus compañeros en el área de lenguaje, según sus expresiones aprendía con facilidad, estas habilidades las usaba cuando se relacionaba con las demás personas  y así logra trabajar de planillero en el paradero de las micros de Dávila con Negrete, primero en un horario nocturno y después en la jornada de la tarde, se ganaba con mucho esfuerzo cuatro mil pesos diario, dinero que destinaba a complementar los ingresos de su padre y gastarla en alimentación y recreación.

La calidad de vida para él y su familia mejoró un poco cuando su padre instaló una casita en un campamento aledaño a la Pampilla, la amplió, hizo una cocina, un baño y su madre Elsita Quezada le plantó a su alrededor maravillas, algo realmente maravilloso para darle una tonalidad colorida que la destacaba ante las otras mediaguas; tenía Joaquín once años. Esta humilde casita se goteaba y decide conseguir unas fonolas contactándose con el gerente de radio Portales, después de varias gestiones consigue seis fonolas que le sirvieron para combatir la crudeza del invierno.

Desde niño enfrentó con ímpetu las adversidades de la vida, hay muchos episodios que relata en su libro: “Recordar es Vivir. Conversaciones con el Tachuela Grande”, como su hermano Agustín le llevaba su colación todos los días mientras trabajaba como planillero y le relataba la teleserie de moda: “Esmeralda  la Hija del Río”, a su abuela Isabel Silva que les regalaba mercaderías y ropa de sus primos que tenían buena situación económica, pero hay algo que incide en su percepción con respecto al circo cuando su abuela llorando les decía que no  fueran de circo, porque el circo era pobreza y hambre, pero esta idea sólo perduró en su mente cuando se dio cuenta que la pobreza no estaba en el circo, sino en los administradores  de cada familia circense. Sin embargo,el episodio más significativo de su vida que lo ocurre a los 12 años fue cuando hizo diversas gestiones para conseguir una canasta para celebrar la navidad con su familia, que  no sólo consiguió esto de Bernardo Orwel , dueño de la empresa de micros, sino 500 mil pesos que se lo regaló el encargado de la garita don Hugo Lira.

El trabajo de planillero lo deja cuando tenía entra 13 o 14 años, después de un incendio accidental en que él no tuvo responsabilidad e incluso la empresa pudo activar los seguros que tenía contratado.

En el marco del Circo Tradicional la línea generacional desde sus orígenes va, transmitiendo, configurando su identidad, si bien hay elementos comunes de la esencia de los actos de arte circense, la creatividad, la originalidad se expresa en el contexto de la diversidad de cada uno de los actos.

Veamos, entonces, a modo de ejemplo, los orígenes de Los Tachuelas están en su padre Tony Tachuela, es la inspiración, su referente, su modelo, aunque fue su maestro, su compañero de actuación, se autodenominaban Tachuela y Tachuelín, cuando falleció el año 1969, sacó a su hermano menor del colegio y formó el dúo Tachuela y Pastelito, que posteriormente cuando se genera un incidente con el empresario dueño del Circo Las águilas Humanas, en defensa de su padre decidieron que el nombre definitivo del dúo sería Los Tachuelas.

Sin embargo, su vocación por el Circo se debe a su padre el Tony Tachuela y a la Sra. Teresa, esposa del Tony Caluga, quien le dio el trabajo de  vendedor a porcentaje de turrones americanos, se dio cuenta que el circo generaba recursos para vivir y como estímulo le regaló su primer traje de payaso.

Así su adolescencia gira en torno a su trabajo, a mantener la unidad de la familia que ya había recibido su casa nueva en la Pampilla por parte del SERVIU, muy emotiva es el relato de don Gastón cuando fue a buscar a su padre al norte, Antofagasta, logró ubicarlo y traerlo a su casa.

En su niñez y adolescencia se visualizaba un futuro empresario, la creación de un pequeño circo en el patio de su casa con la mínima infraestructura, pero con un entretenido espectáculo, convite y asistencia de los niños del barrio son decisiones propias de un emprendedor.

El fallecimiento de su padre Gastón Maluenda Zúñiga el año 1969, a la edad de 38 años fue determinante en su futuro, había que generar recursos para la familia y la displicencia del Sindicato Circense al negarle un espacio en el mausoleo de los artistas circense por deuda en algunas cuotas, lo enfrentó a la frialdad, a la crudeza humana que lo motivó a ser dirigente gremial para evitar los abusos y discriminación hacia los artistas circenses. Fue presidente del sindicato a contar del año 1978, consiguiendo restaurar el Mausoleo Circense, casas para la gente de circo, el terreno de General Velásquez, pensiones de gracia, para esta gestión fue acompañado por Oscar Ríos, Julio Romero, María Elena Andrich y María Eugenia Farfán.

Junto a su hermano Agustín, Los Tachuela fueron artistas estelares en el Circo Las Águilas Humanas del empresario Enrique Venturino, quien accedió a todas sus peticiones económicas, llegando a ganar en gira ciento cuarenta mil pesos semanales.

Así los Tachuelas realizaron también giras en Chile, trabajaron en Perú y en la televisión en Chile, donde se hicieron populares y queridos y por cierto ganaron más dinero.

Una nueva etapa en su vida se inicia cuando decide crear el Circo Los Tachuelas, debutaron el año 1981 en la Plaza Italia, el año 82 no hicieron temporada por dificultades económicas y el 84 se instalan en el Parque Arauco con mucho éxito.

Y así se inicia la historia del Circo más representativo de la tradición circense en Chile, en expresiones de don Gastón al consultarle que no se dejó afuera los trapecios, dice: por ningún motivo, siempre siguiendo con la tradición.

El Circo de Los Tachuelas ha crecido en concordancia con el avance en la tecnología, sea en infraestructura, iluminación, stend, es un circo moderno, de los mejores en el país.

En este circo donde se formaron muchos artistas de gran prestigio internacional, como: Pastelito, Agustín Maluenda Ríos, premiado en el Festival Internacional de Monte Carlo con el payaso de plata; Tuty Fruty triunfador en el Circo de Los Hermanos Caballero en Los Estados Unidos, lo denominan el Príncipe de los payasos; Miky Maluenda, payaso que durante varios años fue figura estelar del Circo de Los Hermanos Gasca y actualmente del Circo Los Maluenda, dinámico, hiperactivo, formal, elegante, con una gran habilidad comunicacional, músico,  también es director artístico y productor; Elías Maluenda González, Tachuela Jr. fue premiado por el Sindicato Circense como el mejor payaso de la temporada de Fiestas Patrias, representa al payaso tradicional en lo formal y en su expresión artística y comunicacional a la nueva generación, es un payaso original y espontáneo, su habilidad expresiva corporal no tiene límites; Joaquín Maluenda González, el payaso Tachuelín, portador de una de las mejores voces rancheras de Chile, con varias producciones y ganador de cuatro discos de oro , su virtud radica en su gran habilidad comunicacional en la pista, representando al payaso marginado socialmente, pero de cuya pobreza emerge una riqueza espiritual que conmueve al público; Gastón Maluenda González con una carrera circense exitosa, caminante del arriesgado acto del péndulo, motociclista  del Globo de la muerte y trapecista, actualmente empresario circense del Circo Los Maluenda, que concentra a las nuevas generaciones de la familia Maluenda;

Nos acercamos a la séptima generación de la familia Maluenda que se ha denominado la nueva generación de la familia Maluenda y desde aquí surgen los trapecistas que participarán en la décimo cuarta edición del Festival Internacional de Oro en Girona, España que se realizará entre el viernes 27 de febrero al 2 de marzo de 2026.

La formación de estos trapecistas se dio en el Circo Los Tachuelas, una troupe integrada en su época por la familia Sousa, Maluenda y Torres.

Sin embargo, de estas tres generaciones se conformará la eventual troupe, con un elemento en común, desde niños crecieron, se formaron en una verdadera Escuela de los trapecios en el Circo Los Tachuelas. En consecuencia, la troupe podría estar conformada por: su líder Gastón Maluenda, uno de los mejores trapecistas del mundo, está en su mejor momento realizando diariamente el cuádrupla salto mortal , Miguel Maluenda, cátcher, es muy asertivo, sus manos de malabarista avezado son ágiles e instantáneas para atrapar a su trapecista volante, Dylan Maluenda, versátil de vuelo sincronizado, elegante, uno de sus saltos es el triple salto mortal , Joaquín Salazar Yáñez es un trapecista de vuelo elegante, delicado, fino con experiencia internacional en el Circo du Soleil, uno de los mejores del mundo, realiza entre  otros vuelos el triple salto mortal, Alvaro Maluenda Andrich, trapecista internacional, de vuelo sincronizado, flexible, elegante, muy asertivo, realiza entre otros vuelos el triple salto mortal, Diego Maluenda Andrich, cátcher, asertivo, de reacción instantánea para atrapar a su trapecista volante, Elías Maluenda  Lorca, es uno de los grandes talentos del Circo Los Tachuelas, a su corta edad ya realiza el triple salto mortal, motociclista del globo de la muerte y payasito, Paloma Torres Soto, en el Circo de Los Hermanos Caballero logró realizar el triple salto mortal, vuela con elegancia, flexibilidad, trapecista internacional, Willy Silva, de nivel internacional, realiza una variedad de vuelos y el triple salto mortal.

La historia de los trapecistas chilenos que se han destacado en nuestro país y en el extranjero, en circos y festivales internacionales se inicia cuando sus antepasados con mucho esfuerzo lograron crear los cimientos, paso a paso hasta ofrecerle a las nuevas generaciones reales oportunidades de crecimiento, de profesionalismo, con los González se inició con la Señora María Palma y su esposo Liborio González y con los Maluenda , ya en un proceso de emprendimiento y crecimiento con don Joaquín Gastón Maluenda González y su hermano Agustín y en sus antepasados, en especial el Tony Tachuela que les inculcó la vocación de ser artista del Circo Tradicional Chileno.

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