La Columna de Romeo
Nuestro Corresponsal Romeo de Curico hoy nos escribe la interesante vida del Empresario de espectáculos y el mas grande Empresario Circense de Todos los Tiempos
El Señor Enrique Venturino Soto.
Gracias Romeo por tus hermosas historias de Vida de grandes Personajes del Circo Chileno.
Jomaquett
Enrique Venturino Soto
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Hablar de circo, es hablar de Águilas Humanas, hablar de Águilas humanas es hablar de Teatro Caupolicán y hablar de Teatro Caupolicán es hablar de Enrique Venturino Soto.
Enrique Venturino Soto, Iquiqueño, promotor y empresario, maestro de la entretención, apodado el Cóndor o el “Maceta” (por su contextura física, alto y macizo), franco y directo, sin tapujos a la hora de decir las cosas. Un hombre incansable, trabajador como pocos, inteligente, un adelantado a la época, tenía un ojo clínico para los negocios, hacía su propia publicidad e inventaba nombres para sus números y artistas.
Una de las obras más vitales para el espectáculo nacional, es sin duda, la historia misma del Teatro Caupolicán de Santiago, cuya trayectoria no se puede escribir sin mencionar a su principal gestor, el “Cóndor” Venturino quien tomó el control del teatro a comienzos de los años 40 y no paró hasta su muerte. Venturino también tenía dos teatros en regiones, el Teatro Septiembre en Concepción y el Teatro Imperio en Antofagasta. Sus múltiples contactos le permitían traer a lo mejor del espectáculo internacional.
En el viejo Caupolicán se podía ver de todo, desde espectáculos internacionales de primer nivel hasta jornadas de deportes. La lista de artistas que alguna vez pisaron el Caupolicán es interminable, por ahí pasaron verdaderas estrellas de la época, como Louis Armstrong, Catherine Valente, Duke Ellington, Bill Haley, Jorge Negrete, Lucho Gatica, Raphael, Lola Flores, Maurice Chevalier, Juliette Gréco, Chito Faró, la Filarmónica de Nueva York, Claudio Arrau, el concierto privado de Fergie, entre muchísimos otros. También se presentaron óperas como El barbero de Sevilla, Madame Butterfly y Rigoletto, así como las principales orquestas sinfónicas de Europa o el Ballet Soviético Berioska, el Circo de Moscú, el Circo Chino y el Holiday on Ice que, cada vez que venía, llenaba por semanas el Caupolicán. En lo deportivo en el Caupolicán hicieron gala de su talento los tremendos; Arturo Godoy, Antonio Fernández, Godfrey Stevens y Martín Vargas quienes engalanaron el teatro con sus puños y épicas peleas donde animaron imborrables jornadas boxeriles.
Venturino también fue fundador de la “Compañía De Revistas Bataclánicas Cóndor” que brilló entre los años 1935-1942 en el Teatro Balmaceda. Del nombre de esta revista surge el apodo que lo caracterizó hasta la inmortalidad “Cóndor Venturino”.
Por los años 40 también da vida al famoso Circo Las Águilas Humanas que en Santiago se presentaba en su teatro, el famoso Teatro Caupolicán, constituyéndose así en el gran impulsor del circo chileno al fundar este prestigioso circo que nació precisamente en los tiempos que llevaba el nombre de Teatro Circo por su activa vida circense. Más tarde, ya bautizado como Caupolicán, alcanzó su mayor esplendor. Una época de oro, que puso a Santiago en el circuito de los grandes espectáculos internacionales que llegaban a Sudamérica. “Quienes mejor explotaron el Caupolicán fueron los Venturino. Ellos tenían una premisa, el Caupolicán no podía tener las puertas cerradas ni un solo día a la semana. Por último, daban cine. Pero había algo todos los días. Y efectivamente así era”, recordaba el otrora y ya fallecido periodista Julio Martínez, asiduo histórico del Caupolicán.
En estos tiempos, en que la gran mayoría de los artistas chilenos sueña con salir al extranjero, durante muchos años el mayor sueño de todos los artistas circenses nacionales era formar parte del elenco de artistas del Circo Las Águilas Humanas. Ser parte del elenco de las Águilas Humanas era ser parte del mejor espectáculo circense de Chile y la cúspide para todo el artista nacional.
Fueron tantos los grandes artistas nacionales que se presentaron en el Circo Las Águilas Humanas que nombrarlos a todos sería interminable, pero algunos de los Ilustres artistas de los apellidos más tradicionales del circo chileno que formaron parte de este gran circo así como también grandes payasos y números, fueron:
Los Sánchez, Sanhueza, Cartes, González, Lillo, Parada, Neira, Marek, Arroyo, Tello, Cárdenas, Olivares. Payasos; “Zapatín”, “Coligue”, “Panqueque”, “Cascarita”, “Caluga”, “Bombilla”, “Chorizo”, “Pollito”, “Los Tachuelas” , “Gil”, “Chicharra”, “Chocolito”, “Ñico”, “Rabanito”, “Cumparsita”, “Matita”, “Chamaco”, “Flautín”, “Chocolate”, “Cremino”, “Pildorita”, “Zanahoria”, “Ajicito”, “Camotillo”, “Patito”. Atracciones internacionales como: “The Akimotos”, “The Johnson Brothers”, “Die Die Ziegler” “Yacopis”, “Keiston”, “The Mayson Meteors” Yukini y kamamura”, entre muchos otros.
Enrique Venturino Soto, “El Cóndor Venturino “dejó una huella imborrable en el mundo de las artes y por muchos años fue considerado el amo y señor del espectáculo en Chile.