NOTICIAS
El exilio nicaragüense del Circo Unión de los Hermanos Gasca (MX)
14-02-2016
El circo mexicano Unión de los Hermanos Gasca vive un auténtico exilio, ya que la ley impulsada por el Partido Verde Ecologista y aprobada en 2015 prohíbe el uso de animales en este tipo de espectáculos, lo que les impide trabajar en el país.
En la ciudad campesina de Camoapa, Boaco, a 110 kilómetros de Managua, lugar con apenas 35 mil habitantes, el circo de Renato Fuentes Gasca, alguna vez el célebre “Rey de los Payasos”, sobrevive muy lejos de sus pasadas glorias.
El viejo Circo Unión de los Hermanos Gasca en Buenavista —“Buenavista, Buenavista”, como decía el anuncio de tv—, no puede regresar a México a causa de la Ley General de Vida Silvestre, impulsada por el Partido Verde Ecologista y vigente desde julio de 2015, la cual prohíbe el uso de animales silvestres o domésticos en las carpas. Una iniciativa que, al no haber asegurado el destino final de al menos cinco mil de estos animales, resultó más política que ecológica o humanista.
Así lo considera don Renato, quien con 70 años recién cumplidos y casi dos autoexiliado en Nicaragua, cuestiona “la irresponsable ley que no tuvo en cuenta la protección de los animales, solo los votos”. Por eso le pide al presidente de México, Enrique Peña Nieto, “que vea cómo estamos los circos, nos estamos acabando. Yo aquí siempre estaba tres meses, ahora tengo un año y siete meses en Nicaragua, estoy haciendo todos los pueblos, aquí también, en este pueblito, porque ya no hay a dónde ir”.
Por décadas, Renato recorrió con su circo buena parte del mundo y los animales —a la vista muy bien atendidos y queridos— han sido su principal divisa.
¿Cómo recibió la noticia de la prohibición?
¡Imagínate cómo me siento, es como si a la Basílica de Guadalupe le quitas la Virgen! Estoy muy triste, soy mexicano y donde quiera que he ido en todo el mundo he dicho que soy mexicano. Y he ganado premios en muchas partes, en Mónaco le entregué la bandera mexicana al príncipe Rainiero, tengo fotos con la princesa Estefanía, con gente muy importante. Fue Napoléon III quien creó el gran circo Bouglione de París y ahora en México llega un Partido Verde y prohíbe a los animales.
No puede ser… Me van a quitar a mis elefantes, mis camellos, mis tigres, mis caballos, ¡esta es mi vida! Yo siento por mis elefantes lo que tú puedes sentir por tu perro. Los elefantes nunca me han traicionado, los animales nunca se han portado mal conmigo, entonces para que yo los entregue o me los quiten, prefiero quedarme en Nicaragua. De hecho, en enero, sacrificaron en Puebla a decenas de animales porque el Partido Verde no previó qué iba a pasar con ellos.
¿Les apoya el gobierno de Nicaragua?
Totalmente, la primera dama, Rosario Murillo, en especial, quien ha sido una gran promotora de los circos, pero no podemos quedarnos toda la vida. Tal vez esperemos a que nuestros animales se hagan más viejos o se mueran… Tengo dos elefantas conmigo desde hace más de 40 años y las quiero mucho, las quiero tanto como a mi señora.
La vida de un cirquero
Me decía que su bisabuelo registró el primer circo de México.
En efecto. Jesús Fuentes Zabalza, mi padre, creó en 1938 el Circo Unión, pero antes ya había habido circos Gasca, de mi bisabuelo. El circo más viejo de México es el circo Atayde Hermanos, pero el primer permiso que hay en una municipalidad es de un circo Gasca.
Mi bisabuelo era muy rico en León, Guanajuato. Vivía en la colonia Los Pirules y tenía un campo de maroma, ahí entrenaban los hermanos Gaona, entrenaban los toreros, los luchadores de aquella época que apenas empezaban. Y toda la familia Gasca que me he encontrado en Argentina, en Colombia, en muchas partes, también con circos, todos descienden de León.
De los 13 hijos que tuvo mi padre, solo yo nací en un circo. Fue el 14 de enero de 1946, en el Circo Unión, en Guadajalara, Jalisco. Mi madre estaba vendiendo boletos cuando le llegaron los dolores. Mi abuela, Rosa Zabalza, se había ido de joven con un mago. En verdad, mi padre fue hijo de un famoso matón, no el mago Atilano Fuentes Neri que lo adoptó, sino Pelayo, El Tigre de Jalisco, y aún hoy hacen una fiesta en Guadalajara que dura más de 10 días, la Pelayada, con jaripeo, charreada, artistas, de todo… Mi abuela quedó viuda, 14 matones le hicieron una emboscada y le mataron al Tigre… Se fue a Estados Unidos con Atilano Fuentes y al regresar ya venía con otras ideas sobre los circos. Trabajó en un show en la cigarrera La Moderna, era contorsionista. En 1951, cuando cumplí cinco años, le compró el primer elefante, Chale, a un señor de la India, Sabú, famoso por sus películas. Chale era de EU y murió en Colima en 1959, algún maloso lo envenenó…
¿Es cierto que usted hizo montar en elefantes a varios presidentes?
Por supuesto, a Adolfo López Mateos, a José López Portillo y a Carlos Menem. En realidad, esa costumbre viene del presidente estadounidense Harry S. Truman, que los incluía en sus desfiles. Él tenía un elefante que al final fue de nosotros, mi papá se lo compró, Burma. A López Mateos lo subí a un elefante para la campaña en Nogales, Sonora, y a López Portillo en Poza Rica, Veracruz. Y a Carlos Menem en Pocitos argentinos.
Los cinco tigres, bellísimos por cierto, que usted tiene ¿nacieron en este circo?
Sí, ya tiene muchas generaciones, más de 20 años, que no compramos un tigre. Son hijos o nietos de un tigre que ya murió, pero que estuvo 15 años preñando a las tigresas. Nunca lo hemos maltratado y tienen una dieta balanceada. Pollo crudo de lunes a viernes y el fin de semana pescado, puerco, res, leche, huevos… una alimentación de primer nivel. Trabajan solo 10 minutos al día y después descansan, hacen sus rutinas y por supuesto están acostumbrados a nosotros. Usted misma pudo acariciarlos ahora…
El argumento del Partido Verde es que los animales sufren…
¡Más sufren con el rey de España, que los fue a matar y no le hicieron nada! Se rió de todos, eso es lo que deberían de ver, las cacerías privadas, no los circos que es una tradición de familia. Tengo un hijo domador, José Luis, y otro que es payaso como yo, Renato, y mis nietos también van para cirqueros… Todos amamos el circo y a nuestros animales.
¿No van a volver entonces?
La verdad (interviene Renato hijo) estos animales son tan bellos que algún diputado o algún gobernador va a querer quedarse con ellos, pero no va a saber cómo cuidarlos, qué es lo que el animal come, cuáles son sus hábitos. Es una tristeza realmente, porque ellos son parte de nuestra familia y si nos los quitan, ni siquiera vamos a saber dónde van a ir a parar. Mire la matanza en Puebla…