Mustafa «Danger» (MA) sueña con recuperar el Circo de los Muchachos de España
21-01-2017
Año 1996. De visita por Marruecos, al Padre Silva le llamó la atención las habilidades acrobáticas de un grupo de chicos que estaban en la playa. Entre ellos se encontraba Mustafa «Danger». Con tan solo 14 años, este funambulista dejaba su país y su familia para formarse en la Escuela de la Ciudad de los Muchachos, en Benposta. Aquí pasó seis años de su infancia, hasta los 20. Ahora tiene 40 y no se arrepiente de la experiencia. «El Padre Silva llegó a Marruecos y me ofreció un sueño. Si muriese y volviese a nacer, haría lo mismo». En la actualidad, reside en Estados Unidos y su sueño es activar el Circo de los Muchachos, sin perder de vista la situación del Circo Ringling, en el que trabaja y que acaba de anunciar su cierre.
Tras 146 años, este circo estadounidense baja el talón…
Es una triste noticia porque es un circo histórico. Es el mayor espectáculo del mundo y el sueño de todos los artistas es trabajar aquí. Saber que va a cerrar es algo muy triste para todos y no solo para los artistas. Aquí, en Estados Unidos, todo el mundo se está volcando con la causa. Llevo ahora siete años pero estuve desde el 1996 al 1999, justo cuando salí de la Escuela del Circo de los Muchachos, en Benposta. Me duele mucho. Cuando estaba en el Circo de los Muchachos veía los vídeos del Circo Ringling y mi sueño era poder llegar a trabajar algún día en el mayor espectáculo del mundo. En total, diez años.
¿Cómo empezó en el Circo de los Muchachos?
La función del Circo de los Muchachos termina siempre con una pirámide formada por todos los artistas. Una especie de castellet de chavales.
El Padre Silva, que en paz descanse, nos trajo a Ourense desde Marruecos. Éramos unos niños. Nos dio la oportunidad de tener un futuro mejor, nos enseñó a soñar y llegar a lo máximo que se puede alcanzar. En mi caso, era un niño casi sin futuro en Marruecos. Tenía 14 años. ¡Era un chaval! (se ríe).
En Marruecos se hacen acrobacias en las playas como se juega al fútbol en España o al basketball en Estados Unidos. Entonces, el Padre Silva vino de visita, nos vio y dijo: «Os voy a ofrecer la oportunidad de venir a una escuela de circo para que estudien, para que aprendan los que es el mundo del circo». A raíz de ahí, nos llevó a Ourense.
¿Fue duro dejar a su familia en Marruecos?
Siempre es duro pero sabía que estaba dejando a mi familia para ir a estudiar y ayudarles al mismo tiempo. Vivía en una chabola. Para mí esto no es una vergüenza. Al revés. Es un orgullo proceder de un barrio marginado. Le compré la casa a mis padres y ayudé a mis hermanos. Tengo a dos hermanos en el mundo del circo. Insisto, fue mi sueño.
¿Por qué un sueño?
Porque pasamos a tener cosas que no teníamos en Marruecos y poco a poco aprendimos y comprendimos que era un lugar que nos iba a dar una oportunidad de estar con los mejores. Actualmente, estamos considerados como los mejores alambristas del mundo y, para mí, es un orgullo el haber estado en el Circo de los Muchachos. Aprovecho para dar las gracias a todos los gallegos y ourensanos por acogernos y por hacer este proyecto.
FALLECE EL PADRE SILVA, FUNDADOR DE BENPOSTA CIUDAD DE LOS MUCHACHOS Y DEL CIRCO DE LOS MUCHACHOS.
Un proyecto social, el del Circo de los Muchachos, que también cerró.
Es muy triste. Uno de mis objetivos es activar el Circo de los Muchachos y ayudar con todo lo que esté en mi mano para que se vuelva a hacer espectáculo y así dar oportunidad a otra generación y a otros niños. Hace dos semanas estuve en Ourense en una reunión con el director del circo, «Toni», y con los «muchachos» que siguen ahí. Nunca perdí el contacto con el circo. Fue un encuentro muy positivo. Esto va por buen camino. Voy a aprovechar mi nombre y experiencia para activarlo.
¿Cómo lo piensa hacer?
Primero, que se active como escuela. Después, todos los compañeros que han pasado por el Circo de los Muchachos vamos a unir nuestra experiencia y crear el circo para presentarnos por el mundo otra vez. De hecho, el plato fuerte de este circo era el espectáculo. ¡Íbamos por todas las partes del mundo! No ha sido un circo cualquiera. Ha sido la segunda escuela más grande del mundo después de la de Moscú. A mí me sorprende cómo el Gobierno no se mete a ayudar al Circo de los Muchachos por el nombre que le ha dado por el mundo. Cuando llegó a Estados Unidos en 1960 fue toda una atracción. Me duele más que el Circo de los Muchachos haya cerrado que el Ringling. Éste al fin y al cabo es una historia. Me imagino que el Gobierno de Estados Unidos se pondrá manos a la obra. Por el contrario, nadie está mirando por el Circo de los Muchachos.
¿Por qué piensa que los políticos no tienden su mano?
Desgraciadamente, a las instituciones gubernamentales no les interesa el arte ni el circo. No le interesa porque no hay dinero. Además, en España al circo es donde menos valor le dan. Los franceses le dan mucho más. También en Alemania, donde he estado muchos años. El último ejemplo lo tenemos ahora con el Ringling, que cerrará en mayo y todo el país se levantó. No como en Benposta.
¿Cuál es su sueño ahora?
Mi mensaje es que si hay algún responsable en Galicia, Ourense o España, que nos ayude. Queremos darle la oportunidad a otros niños como lo han hecho con nosotros. Y, por supuesto, que no muera el arte.