La comunidad itinerante vivió un encuentro profundo con la fe, acompañado por el obispo Alberto Lorenzelli y el equipo pastoral. La iniciativa permitió acercar la Iglesia a quienes llevan su talento y alegría por distintas ciudades de Chile
El 16 de octubre de 2025, en el Circo de Cerrillos, niños, jóvenes y adultos de la pastoral circense itinerante recibieron los sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo, Primera Comunión y Confirmación. La celebración fue presidida por el obispo Alberto Lorenzelli, acompañado por el párroco Marcos Bubniak, de la Parroquia Latinoamericana, y el salesiano padre Víctor Mora, quien acompaña pastoralmente a esta comunidad, con el propósito de fortalecer la fe de quienes llevan su arte y alegría a diversas ciudades de Chile.
La pastoral circense depende del Departamento de Movilidad Humana del Arzobispado de Santiago. Su misión es acompañar a las familias del circo mediante catequesis, oración y acceso a los sacramentos, respetando sus horarios y su estilo de vida itinerante. “El circo no puede esperar a los domingos; por eso la Iglesia sale a su espacio, a su ritmo, y celebra en días de semana dentro de la propia carpa”, explicó el párroco Marcos Bubniak.
El salesiano Víctor Mora añadió que la pastoral elimina las barreras de desplazamiento y los trámites habituales, facilitando la preparación de niños y adultos para los sacramentos. Monseñor Lorenzelli afirmó: “Esta carpa se ha transformado hoy en una verdadera catedral, porque aquí el pueblo de Dios se reúne para celebrar la fe y renovar su compromiso con el Evangelio”.
Al finalizar la celebración, el obispo añadió: “Mi corazón está lleno del don de Dios que nos ha ofrecido a toda la pastoral circense. Hemos visto a adultos, jóvenes y niños completar su camino de fe; les pido que sean testigos coherentes de lo que hoy han recibido”.
Voces de una comunidad que celebra
La catequista Nancy Cárdenas comentó: “Estamos más que felices. Los niños y adultos se han preparado con dedicación, y hoy pudieron vivir un momento de alegría y encuentro con Dios dentro de su propia comunidad”.
Por su parte, la madre Nancy Ahumada compartió: “Para nosotros es muy importante, para mí sobre todo, que mi hija reciba los sacramentos. Igual me emociona porque quería que lo hiciera y por mi mamá también, que ella siempre le ha enseñado”.
Raisa Cáceres, una joven que recibió la Primera Comunión y Confirmación, añadió: “Fue muy bonito. Los bautizos, los tres sacramentos que se realizaron, fueron muy bonitos y emocionantes, los más chiquitos también. Yo quise recibir los sacramentos para seguir igual en el camino de Dios y porque me eligieron como madrina, para guiar a mi ahijado en ese camino”.
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