13 de Abril, 2017
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En un ambiente de gran alegría y devoción, el Obispo de Copiapó, Mons. Celestino Aós, celebró la Misa de la Cena del Señor en la carpa del circo Los Tachuelas, que se encuentra de paso en la ciudad.
En su prédica, el Obispo dijo estar «contento en este lugar, donde hay eco de tanta alegría y risas, qué hermosa labor la de los circenses, de poner alegría en tanta gente… ojalá que todos salgan de cada función con más ánimo». Habló también de la precariedad del trabajo, de los constantes viajes que forman parte de su modo de vida, de los riesgos de su trabajo, y de lo necesaria que es la unidad y la preocupación de unos por otros. Refiriéndose al rito de lavado de pies, señaló: «Pidamos al Señor que este sea un compromiso para que se mantengan unidos».
Al final se compartió en la asamblea el pan y las uvas preparadas por los mismos integrantes del circo, quienes además ofrecieron bolsas con mercadería, como signo de amor fraterno.
En un hermoso encuentro de generaciones circenses, entre los presentes se encontraba una señora de 92 años, que fue primera bailarina del circo, y un recién nacido de sólo 10 días. También en el rito de lavado de pies participó un joven trapecista que sufrió un grave accidente que lo tuvo más de un año en coma. Cabe destacar que la misa la organizó una catequista que lleva más de 15 años en el circo, al que se unió cuando se casó con uno de sus artistas.