Stefanía de Mónaco inauguró ayer la 42ª edición del Festival del Circo Internacional de Montecarlo, que cada año se celebra por estas fechas y del que la princesa es patrona. A diferencia de otras ocasiones, la hermana de Alberto de Mónaco acudió esta vez al acto sola, aunque estuvo muy arropada por la gran familia del circo, con la que siempre se muestra muy cómplice y cariñosa.
De hecho, Estefanía vistió la misma chaqueta de borreguillo azul que forma parte del uniforme del personal del circo. En la pista, posó con los artistas y acarició a una jirafa. Luego bailó con el maestro de ceremonias. Desde luego la princesa estaba en su salsa.
El amor de Estefanía de Mónaco por el circo le viene de su padre, el príncipe Rainiero, quien fue el que creó el festival en 1944. Desde su muerte en 2005, es ella la que lo dirige, una labor por la que su hermano Alberto de Mónaco le entregó hace dos años el premio Clown de Oro.
Además, la princesa mantuvo una relación con el domador Franco Knie, con el que llegó a vivir en una caravana. Luego, en 2003, se casó con el acróbata portugués Adans Lopez Peres.